Desde que el COVID-19 fue descubierto, el estilo de vida de la sociedad mundial ha cambiado drásticamente, y según expertos, incluso luego de la pandemia, las conductas de las personas no serán las mismas, entre tantas medidas que nos ha obligado a intensificar el virus está la inocuidad en los alimentos o el cuidado que se les de.
Y es que al ser los alimentos un vehículo de virus, hongos o bacterias, se recomienda continuamente una mayor atención a la hora de tener contacto con ellos. Antes de ser descubierto el COVID-19, la Organización Mundial de la Salud (OMS) reportaba cerca de 420 mil fallecimientos al año en el mundo a causa de enfermedades transmitidas por alimentos.
En el Instituto Técnico Superior Especializado (ITSE), los instructores desde siempre han sido enérgicos con los estudiantes respecto al tema, en especial con los estudiantes del Técnico Superior en Artes Culinarias, quienes se forman para trabajar en distintas áreas de la cocina.
La Instructora Estefanía Cruz, explica que los estudiantes comprenden la importancia de adherirse a los procesos para mantener la salud y seguridad en una cocina, incluyendo las prácticas higiénicas (limpieza y desinfección) y todos los procesos asociados al tiempo y la temperatura segura para evitar enfermedades trasmitidas por alimentos a partir de microorganismos patógenos.
Las principales recomendaciones para reforzar la inocuidad en los alimentos según Cruz, está: lávese las manos antes de preparar alimentos y con frecuencia durante su preparación, lavar y desinfectar todas las superficies y equipos usados en la preparación de alimentos, después de ir a baño y recomienda proteger los alimentos y las áreas de cocina de insectos, plagas, entre otros.
“El lavado de las manos aunque parezca elemental, ayuda a disminuir significativamente la contaminación biológica de los alimentos, ya que en nuestras manos se pueden acumular diferentes microorganismos, motivo por la que una de las primeras clases de la asignatura es aprender el correcto proceso de lavado de manos”, expresó la instructora.
Los alimentos crudos, especialmente las carnes rojas, carnes de ave y el pescado y sus jugos, pueden contener microorganismos peligrosos que pueden transferirse a otros alimentos durante la preparación, es por eso que se recomienda también separar las carnes rojas, la carne de ave y pescados crudos de los demás alimentos, usar equipos y utensilios diferentes, como cuchillos y tablas de cortar para manipular alimentos crudos, también conserve los alimentos en recipientes para evitar el contacto entre los crudos y los cocidos.
A la hora de la cocción adecuada se pueden matar casi todos los microorganismos peligrosos, por eso se recomienda cocinar completamente los alimentos, especialmente las carnes rojas, la carne de ave, los huevos y el pescado.
Hierva los alimentos como sopas y guisos para asegurarse de que han alcanzado los 70°C. En el caso de las carnes rojas y de ave, asegúrese de que los jugos sean claros y no rosados. Se recomienda el uso de un termómetro. recaliente completamente los alimentos cocinados.
La instructora también recomendó unas medidas de cuidado para cuando se haya finalizado la preparación del alimento, entre esas recomendaciones está: no dejar los alimentos cocinados a temperatura ambiente durante más de 2 horas, refrigere lo antes posible los alimentos cocinados y los perecederos (preferiblemente por debajo de los 5°C), mantenga la comida muy caliente (a más de 60°C) antes de servir, no guarde alimentos durante mucho tiempo, aunque sea en el refrigerador, no descongele los alimentos a temperatura ambiente.
Todas estas prácticas son fielmente seguidas en la escuela de Hospitalidad y Turismo del ITSE, ahora es momento de aplicarlas en casa.